¿Te imaginas vivir en un lugar donde el sol nunca se pone en verano o nunca sale en invierno? Por más surrealista que parezca, esta es la realidad de algunas regiones del planeta. Conocidos como los lugares del «Sol de Medianoche» o la «Noche Polar», estos destinos ofrecen experiencias únicas que desafían nuestra percepción del tiempo y la rutina. ¡Vamos a embarcarnos en este viaje y conocer los lugares donde el ciclo del día y la noche no funciona como estamos acostumbrados!
¿Por qué sucede esto? El fenómeno detrás de los días y noches eternos
Para entender por qué estos lugares experimentan largos períodos de luz o oscuridad, debemos hablar sobre la inclinación del eje de la Tierra. Nuestro planeta gira alrededor del Sol inclinado aproximadamente 23,5 grados con respecto a su plano orbital. Esta inclinación hace que diferentes regiones reciban cantidades variables de luz a lo largo del año. En los polos, este efecto es aún más intenso, resultando en veranos donde el sol nunca se pone e inviernos donde nunca aparece.
¿Cuánto tiempo dura este fenómeno?
La duración del Sol de Medianoche y la Noche Polar varía según la latitud. En lugares cercanos al Círculo Polar Ártico y al Círculo Polar Antártico, estos períodos pueden durar algunas semanas, mientras que en regiones más cercanas a los polos, pueden extenderse durante meses.
Ahora que entendemos por qué ocurre este fenómeno, conozcamos algunos de los destinos más fascinantes donde sucede.
1. Tromsø, Noruega – La ciudad que desafía el tiempo
Tromsø, ubicada muy por encima del Círculo Polar Ártico, es uno de los mejores lugares para experimentar tanto el Sol de Medianoche como la Noche Polar. En verano, desde mediados de mayo hasta finales de julio, el sol nunca se esconde completamente en el horizonte. En invierno, entre noviembre y enero, la ciudad se sumerge en una oscuridad casi constante, solo iluminada por la mágica danza de las auroras boreales.
¿Qué hacer allí?
- Durante el Sol de Medianoche: explorar los fiordos noruegos, hacer senderismo y practicar kayak en medio de la naturaleza intacta.
- Durante la Noche Polar: cazar auroras boreales, visitar museos vikingos y probar platos típicos como el bacalao seco.
2. Svalbard, Noruega – El reino de los osos polares
También en Noruega, el archipiélago de Svalbard ofrece uno de los ejemplos más extremos de este fenómeno. De abril a agosto, el sol brilla incesantemente, haciendo que la noche prácticamente no exista. Por otro lado, de octubre a febrero, la oscuridad se apodera del lugar.
¿Por qué visitarlo?
- Svalbard es uno de los mejores lugares del mundo para ver osos polares en su hábitat natural.
- Posee paisajes árticos impresionantes y glaciares que parecen de otro planeta.
- La ciudad principal, Longyearbyen, tiene una atmósfera única, con pocas horas de sol en invierno y un encanto peculiar.
3. Barrow (Utqiaġvik), Alaska – La ciudad estadounidense sin noche (¡o sin día!)
Utqiaġvik, antes conocida como Barrow, es la ciudad más septentrional de los Estados Unidos y una de las más famosas por este fenómeno. Entre mayo y agosto, el sol brilla 24 horas al día, mientras que en invierno, de noviembre a enero, desaparece completamente.
Consejos para quienes quieran visitarla
- En verano: experiencias como la pesca en hielo, safaris árticos y hasta competiciones de kayak son populares.
- En invierno: los visitantes pueden disfrutar de la increíble cultura de los pueblos nativos inuit y presenciar los efectos únicos de la larga noche ártica.
4. Murmansk, Rusia – La ciudad más grande del Círculo Polar Ártico
Murmansk es la ciudad más grande situada por encima del Círculo Polar Ártico y, al igual que los destinos anteriores, también enfrenta largos períodos de luz y oscuridad. En verano, el sol brilla durante semanas seguidas, mientras que en invierno, la ciudad queda envuelta en tinieblas que pueden durar hasta 40 días.
¿Qué hacer en Murmansk?
- Visitar el rompehielos nuclear «Lenin», una de las atracciones más icónicas de la ciudad.
- Explorar la cultura rusa en el extremo norte, con sus tradiciones y gastronomía.
- Cazar auroras boreales en uno de los puntos más accesibles de Rusia.
5. Reykjavík, Islandia – El país de los paisajes surrealistas
La capital de Islandia no llega a tener una Noche Polar completa, pero sus días y noches se ven drásticamente afectados por el fenómeno. Durante el verano, especialmente en junio, el sol apenas toca el horizonte, proporcionando días que parecen interminables. En invierno, ocurre lo contrario y la oscuridad predomina.
Atracciones imperdibles
- En verano: recorrer la famosa Ruta 1 y explorar cascadas, volcanes y playas de arena negra.
- En invierno: bañarse en las aguas termales de la Laguna Azul mientras la aurora boreal ilumina el cielo.
6. Antártida – El continente helado sin noches en verano y sin días en invierno

La Antártida es el único continente donde el fenómeno del Sol de Medianoche y la Noche Polar ocurre a gran escala. Durante el verano austral, de octubre a marzo, el sol nunca se pone, creando un ambiente surrealista donde la luz del día parece infinita. En invierno, de abril a septiembre, la oscuridad domina completamente el paisaje helado.
¿Por qué visitar la Antártida?
- Explorar uno de los lugares más inhóspitos y hermosos del planeta, con glaciares gigantes y fauna única.
- Observar pingüinos, focas y ballenas en su hábitat natural.
- Vivir la experiencia única de un día o una noche que parecen no tener fin.
¿Cómo es la vida en estos lugares?
Para quienes nunca han vivido en una región donde el sol no se pone o no sale durante largos períodos, la adaptación puede ser un desafío. Muchos residentes utilizan cortinas opacas para dormir en verano y lámparas de terapia de luz en invierno, ayudando a mantener el reloj biológico equilibrado. Además, se organizan festivales y eventos culturales para mantener el ánimo de la población durante los meses de oscuridad.
¿Vale la pena visitar estos destinos?
¡Definitivamente! Los lugares donde el sol nunca se pone o nunca sale ofrecen una experiencia única para los viajeros que buscan algo diferente. Ya sea para ver auroras boreales, explorar paisajes helados o simplemente vivir la surrealista sensación de un día (o noche) interminable, estos destinos proporcionan momentos inolvidables.
Ya sea en el calor eterno del verano ártico o en la mágica oscuridad del invierno polar, visitar uno de estos destinos es sumergirse en una nueva perspectiva del tiempo y la naturaleza. Y tú, ¿has pensado en viajar a un lugar así? ¿Cuál de ellos te llamó más la atención?